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La seguridad es primordial en cualquier sector industrial. Sin ella, las empresas no pueden seguir siendo competitivas en el mercado, ni pueden despertar el interés de los consumidores por sus productos. ¿Comprarías algo de una fábrica donde los accidentes son comunes? No lo creo, porque actualmente los consumidores están cada vez más conectados y, por tanto, buscan información para saber a dónde iría destinado correctamente su dinero.
En este sentido, me gustaría destacar la industria de bebidas. Este sector es considerado uno de los más seguros del mundo, donde se cumplen estrictamente los requisitos de seguridad, con inspección permanente, para que no haya problemas tanto para quienes elaboran las bebidas (trabajadores de la fábrica, que manejan las máquinas en el sector productivo), como para los que están consumiendo una bebida, ya sea un refresco, una cerveza, licores, etc.
Para tener una idea, la industria de bebidas necesita seguir estrictos estándares técnicos, que garanticen la seguridad de todos los involucrados en el proceso de producción. Una de ellas es la norma que trata sobre el IP (Índice de Protección) de los equipos, en el caso de las industrias de bebidas se debe utilizar el IP69K, el cual indica un alto índice de protección diseñado para proteger los equipos contra condiciones adversas y/o extremas. (Humedad, corrosión, etc.). Es decir, si los gabinetes y o dispositivos de automatización y/o seguridad que están en contacto con la línea de producción de un productor de bebidas no cumple con este índice, ciertamente no garantizará que los líquidos dentro de las botellas o latas estén completamente libres de contaminación. Algo muy preocupante dentro de un sector que suministra algo que podría acarrear problemas de salud a quienes consumen los productos.
Además, existe otra norma que garantiza la seguridad de los procesos productivos del sector, en México es la NOM-004-STPS-1999 de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Determina una serie de procedimientos fundamentales para que el ambiente de trabajo sea seguro y armonioso, evitando accidentes.
Más seguridad con estándares propios
A pesar de seguir ya todos los estándares existentes en el mercado, las grandes empresas del sector de bebidas también crearon los suyos propios, que guían todo el trabajo dentro de las fábricas, como forma de garantizar la seguridad. Como la mayoría de las empresas vienen de Europa y Estados Unidos, donde esto es bastante común y terminaron importando esta idea a sus unidades en el mundo.
Estos criterios, propios de los gigantes del sector, se basan en estándares ya seguidos en el mercado, como los dos que ya he comentado aquí (IP69 y NOM-004-STPS-1999), además de otros, como los creados por la ISO (Organización Internacional de Normalización).
Lo anterior realmente garantiza un entorno más seguro, tanto que rara vez oímos hablar de accidentes graves en la industria de las bebidas.
Y estas empresas saben que, si alguna situación se sale de lo normal, la inspección siempre estará atenta. Si en una visita los inspectores encuentran alguna irregularidad, recibirán una notificación y una multa, que puede convertirse en veda parcial o total de la fábrica si no se ha seguido la regularización. Esto cuesta mucho para las empresas. Una máquina puede llenar 60 mil latas por hora, en el caso de grandes cervecerías. ¿Te imaginas estar parada la línea de producción por 24 horas? Serían casi 1,5 millones de latas las que ya no saldrían al mercado por un simple incumplimiento de las normas técnicas, que existen desde hace más de 10 años.
Por lo tanto, la seguridad es un tema que impregna todos los sectores de una industria. Desde las máquinas hasta las personas que las operan, y luego llegar al consumidor final. Ignorar esto puede generar mayores gastos para quienes producen y también puede costar la vida de los trabajadores, quienes merecen toda la debida atención para ayudar a llevar al mercado un producto seguro y de alta calidad.
Esta gran preocupación por la seguridad hace que la industria de bebidas busque empresas que cuenten con gran experiencia al servicio del sector, ya que es un gran desafío interconectar las normas técnicas existentes con las propias de cada empresa.
*Paulo Henrique Galego Oliveira es ingeniero de aplicaciones y ventas en Schmersal, multinacional alemana, líder mundial en seguridad industrial. El profesional es graduado en Ingeniería Eléctrica por la Fundação Educacional de Barretos (FEB) y posee posgrados en Gestión de Proyectos (Senac) e Ingeniería en Seguridad del Trabajo (Universidad Candido Mendes). Ya ha trabajado con producción y ejecución de proyectos con rieles electrificados prefabricados, ejecución y coordinación de servicios dirigidos a un proyecto de cable óptico OPGW y en proyectos de automatización e instrumentación. También realizó cursos especializados en seguridad de instalaciones, gestión y motivación de equipos y análisis de riesgos.
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